Yaonáhuac Puebla México
Tierra de tradiciones y costumbres
Danza de los Negritos
- Escrito el:: 16 febrero, 2011
Monografía de la danza de los Negritos Los esclavos negros traídos de África por los españoles fueron distribuidos en las regiones donde abundaban los...
Monografía de la danza de los Negritos
Los esclavos negros traídos de África por los españoles fueron distribuidos en las regiones donde abundaban los trabajos agrícolas. En este aspecto, el hoy estado de Veracruz o sea el Totonacapan, señorío de los totonacos fue destinado en gran parte al cultivo de caña de azúcar, ahí fueron consignados los negros importados.
Cuenta una vieja a tradición que una negra, no habiendo querido separarse de único hijo decidió acompañarlo, haciéndolo de contrabando. Un día el negrito fue mordido por una víbora. Acudió la madre acompañada de los demás esclavos a recoger el paciente y siguiendo el rito de sus ancestros lejanos; aprisionó a la víbora y con ella hicieron una ceremonia entorno al lesionado; esperando que por un milagro se aliviara. Esta ceremonia consistió en bailes, gritos o invocaciones alrededor del negro atacado por el animal, teniendo la madre aprisionada ala víbora por Ia cabeza.
En el sitio de In tragedia estuvieron como espectadores todos los totonacos de la encomienda, presenciando hasta los movimientos más insignificantes procurando también captar las voces y las palabras de los ejecutantes.
El totonaco de instinto imitativo muy marcado de mística psicología y socarrón, comenzó a poner en practica aquella ceremonia, pero en forma burlesca. Al principio fue para ellos un mero ensayo infernal, pero con el tiempo fueron perfeccionando los pasos y evoluciones hasta lograr lo que en Ia actualidad podemos contemplar como DANZA bien organizada sobre compases musicales que hacen que nuestros autóctonos borden verdaderas filigranas con los pies al compás de la música (SONES) a base de violín y guitarra.
Cabe mencionar que lo que fue extraño ritual sobre los esclavos negros y una representación burlesca imitativa totonaca, recibió al igual que todas las manifestaciones culturales del indígena la fuerte influencia de la conquista espiritual y por ello hoy en día esta danza tiene un arraigado carácter religioso donde se mezclan a los gritos y evoluciones de Ia evocación de santos del catolicismo.
Indumentaria
La indumentaria consiste en un pantalón ancho (calzoneras) de color negro confeccionado en tela gruesa y ribeteada por abotonadura de colores vistosos (dorados) que antiguamente eran de plata.
La camisa es blanca manga larga, se adorna con una corbata y con mascadas de color que cruzan al frente y la espalda.
Debajo del pantalón negro se viste con calzón blanco que remata al final con dos tiras de piel curtida que también adorna Ia parte superior de calzado que es botín negro.
En la cabeza llevan una corona que se confecciona sobre un armazón de carrizo forrada en papel de color vivo, llevando en Ia parte superior un lienzo de tela que cae a manera de fleco al frente cubriendo Ia vista y atrás Ia espalda; redondeada de un fleco de color negro. Esta corona se adorna con cuatro garzones de fibras de vidrio, la cual en la actualidad se sustituye por plástico, se completa la indumentaria con una cuarta en la mano derecha y una mascada. En la cintura un cenidor de color rojo.
La danza se integra normalmente y como lo marcan los antepasados por doce individuos que son; un caporal, una maringuía, un subcaporal, un Pílatos y el resto lo forman ayudantes.
Personificando a la negra, madre del enfermo, esta la “Maringuilla” hombre vestido de mujer que según la tradición durante el ritual sostiene Ia culebra que se matara al final de baile; en dicho acto el “TATA” o sea el que dirige el baile, es mordido por Ia culebra, pero al conjuro y exorcismo sana.
Completan este cuadro “LOS PILATOS” o braceros, espíritu chocarrero que espanta, alegra y gesticula criticando frente a Ia multitud, llevando vestidos viejos y ridículos y el inseparable bastón al que adorna alguna cabeza de animal disecado. Este personaje lleva mascara a veces de aspecto horrible, otros semejando una eterna sonrisa burlona. Los gritos de los “Pilatos” forman parte de este extraordinario espectáculo, compuesta de más de una docena de “SONES”.
Esta danza actualmente se presenta en pueblos de características muy especiales, donde esta tradición se guarda celosamente como parte de los festejos religiosos llevados acabo anualmente por los indígenas del Norte del Estado de Puebla y sus limites con el Estado de Veracruz de donde se creen sus raíces descritas.