UN DÍA

ARACELI RODRÍGUEZ LUNA, ALUMNA DEL 2° SEMESTRE DE LA LICENCIATURA EN INTERVENCIÓN EDUCATIVA. UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL, SEDE REGIONAL: ZACAPOAXTLA PUE.

Un día lo tuve todo, si todo…

Unos ojos más bonitos que un atardecer

de lluvia en verano,

con una mirada que

reflejaba tristeza y enojo

a pesar de esa apacible sonrisa

que tu boca cargaba siempre,

boca que desee y tuve que besar mil veces

por el deseo insaciable

de este amor ardiente

que mi piel tiene por ti,

amor que no pude callar,

al tiempo que tu decidiste corresponder

con ese cuerpo como volcán ardiente

lleno de ansias de ser amado,

ese cuerpo desahuciado

a punto de expirar por no sentir.

Un día yo lo tuve, fue mío,

cada olor, cada pliegue de tu suave piel, cada lunar.

Acaricié tu pecho, arañé tu espalda,

tu cuello mordí y besé tantas veces,

el olor de tu pelo exhalé.

Mis manos tocaron tu cuerpo en sudor,

mi boca excitada no probo lo salado de el,

tus manos, a tu cuerpo me atrajeron una y otra vez.

Grité, sentí, lloré, disfruté,

sentí el calor que tenías por mí.

No lo soñé, lo sé porque aún tengo

el aroma de ti, impregnado en mí.

Un día sentí el latir de tu pecho, tus abrazos,

tus palabras en mi oído me hicieron saber

que el amor estaba aquí,

lo percibí, como se percibe el olor de las flores,

como un rico perfume alegra al olfato,

sentí tu corazón latir por mi

de la misma forma que el mío latía por ti

y ese fue el error, en tí no hubo amor.

Un día lo tuve todo y todo se fue,

todo tu cuerpo, no hubo más,

mi alma se perdió en el iluso intento

de rosar al menos tu bandido y cruel corazón.